Muchas de las miniaturas, especialmente las célebres escenas de batallas, muestran una monumentalidad que ha llevado a pensar a algunos estudiosos que sus autores debían ser pintores murales. Son escenas en las que se revela además un sentido mesiánico estrechamente relacionado con las Cruzadas; recordemos que San Luis fue el impulsor de las dos últimas. Así, se sugiere un paralelismo entre las conquistas hebreas y el intento de los franceses de apoderarse de Tierra Santa.

Las miniaturas son una de las mejores fuentes de que disponemos para conocer detalles de la vida cotidiana a mediados del siglo XIII. De las indumentarias al armamento, del mobiliario a la arquitectura, de la vida de los señores a la de los campesinos, toda la sociedad de mediados del siglo XIII desfila por los folios del manuscrito.